- ¿Pero esto qué es? Pregunté.
- Seño, ¡la muerte!.
Eso me pasa por preguntar... Uno de ellos dijo que era un esqueleto, un hombre hecho de huesos.
- ¿Y para qué habrá venido aquí?
- Para que aprendamos cosas de los huesos, como estamos estudiando el cuerpo humano... Pero Seño, si no habla no podemos aprender ná'.
Todo era intriga y miedo. Uno de nuestros niños estaba con la cara tapada y ni quería ver a nuestro simpático amigo. Bueno, simpatico... No hablaba pero ternía una sonrisa de "oreja a oreja". Lo pongo entre comillas porque nuestro amigo no tiene ni orejas.
Pues como no sabíamos como se llamaba, nos decidimos a ponerle nosotros un nombre. Messi, Canijo, Blancanieves, La Muerte... Bueno, pero es que antes de ponerle un nombre teníamos que saber si era niño o niña.
NIÑO 1: - Seño, eso no lo podemos saber porque no tiene pelo.
NIÑO 2: - Si tuviera el pelo largo, sería una niña.
NIÑO 3: - No, muchos niños tienen el pelo largo.
NIÑO 4: - ¡Eso no se sabe por el pelo! Se sabe por la vulva.
Así que nada, como no conseguimos descifrar si era niño o niña, le pusimos un nombre neutro: HUESITOS. Estuvimos también comprobando si nosotros teníamos esos huesos y si los podíamos mover como él. Algunos niños sabían algunos nombres de los huesos y estuvimos hablando sobre para qué sirven, si son duros o blandos, si hay muchos o pocos, e incluso buscamos el hueso más largo y los más pequeños. Y al final superamos el miedo al esqueleto, y ¡hasta lo tocamos! Al final se ha hecho nuestro amigo. Con deciros que lleva dos semanas en la clase...
Pues además de aprender muchísimo sobre los huesos, también hemos hablado de los dientes y de la importancia de limpiárselos. Nuestra bocota está encantada.
Ya os seguiré contando cómo termina esto...
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