jueves, 2 de octubre de 2014

LLAMADNOS JARDINEROS

   Como ya sabéis, todo lo que se me ocurre es igual. 
   Y es que de tanto hablar del otoño y de que se caían las hojas y los árboles "estaban tristes" pues, no lo pude evitar. Me salió la vena jardinera.

   Tras los consejos de la Seño Ana Mari (experta en plantas del cole) me puse manos a la obra y lleve a clase un par de aguacates, un vaso, agua y unos palillos. Pues eso, que plantamos un aguacate. Porque plantar lentejas era muy fácil.

   Primero les llevé esa cosa extraña que no sabíamos qué podría ser, pues no se parecía a nada de que hubiéramos visto antes. Podía ser una pelota rugosa, una piedra o "algo de algún árbol". Ahí estaba la clave. Tras verla, tocarla y olerla, nos dispusimos a abrirla. Ras, ras, ras, desenroscar y listo. Ahí estaba nuestro aguacate, con su pedazo de hueso. Volvimos a olerlo y a tocarlo por dentro. Sin duda era un fruta. Olía como las manzanas, las peras y los pepinos, o eso nos parecía. Después estuvimos pensando cómo se plantaría. ¿Necesitaríamos tierra? La Seño Ana Mari nos dijo que solo agua de momento, pero que el hueso no se podía hundir, así que le pusimos al hueso unos "manguitos" para que no se ahogara. Así nos quedó.





































   Después apuntamos entre todos cómo lo habíamos hecho, para ir rellenándolo conforme vaya creciendo. ¿Qué os parece?






























   La Seño Ana Mari dice que tarda mucho mucho en salir, así que hemos guardado nuestra ficha para cuando salga. 

   Mientras tanto, os dejo un corto rico rico.

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